Baldung apretujó las tres figuras femeninas en la mitad izquierda del lienzo y dejó toda la derecha para la Muerte.
En contraste, en el lienzo hay movimiento en forma de velo y una anciana que da un paso enérgico hacia la Muerte.
Un fino velo envuelve a la niña en el borde inferior izquierdo del lienzo, luego se eleva y se desliza a través del codo de la joven, pasando por delante de ella sostenido por la mano de la Muerte y desaparece, revoloteando por el borde derecho.
El velo trasparente es el vínculo entre la niña, la mujer y la Muerte.
Este vínculo lo completa la anciana detrás, con un gesto enérgico apartando el brazo de la Muerte hacia un lado con su mano y sosteniendo con la otra el espejo donde se contempla la joven, satisfecha de su juventud y belleza, inconsciente del peligro de un final prematuro.