Su cadáver fue trasladado a un panteón familiar en Gascas,[4] donde su hijo Rafael vivía con su prima y esposa Alejandra.
Su carrera judicial, que tuvo sus inicios en España, se desarrolló en la isla de Cuba bajo administración española.
Allí llegará a las más altas instancias de la judicatura en la isla.
Dice al respecto: “Entre los ciento dos pasajeros que había llevado a La Habana el vapor correo, se cuentan el señor don Leandro Álvarez Torrijos, nombrado por S.M.
magistrado de la Real Audiencia, y a quien acompaña su familia”.
Se ha dicho en varios libros -José Manuel Arnaiz (1981:12) y Ángel Rodríguez (1980: 2009)- que durante sus primeros años en Madrid fue protector del pintor Eugenio Lucas Velázquez, un pintor que tiene ciertas similitudes con Goya al cual imitaba.
Eugenio había pintado en 1848 el retrato de su benefactor, Leandro Álvarez, retrato que perteneció a la condesa de Quintería (su sobrina Enriqueta Carrasco y Lázaro de Torrijos), pero que hoy se considera perdido, aunque tenemos su fotografía.
Según la biografía Martí, el apóstol (1998: 48), este personaje dio clases en casa de doña Barbarita, la viuda criolla del general Ravente.
Dados los buenos resultados de las clases particulares, esta le hizo comentarios positivos a don Leandro, quien lo contrató para que también le diera clases a sus hijos en su casa.
Dice la biografía del personaje al respecto: "Tales elogios llegan a oídos de D. Leandro Álvarez Torrijos, que también le confía la ilustración de su prole al cubano imberbe.
Se casó (Madrid, 5-3-1853) con Antonia Pujalte y Alvesa, natural de Monforte del Cid (Alicante), que falleció en Madrid (1-10-1870), distrito de Buenavista), con la cual tuvo cuatro hijos: Leandro (*20-8-1859), que estudió Derecho como su padre; Rafael (*30-6-1861), que se avecindó en Gascas;[nota 1] María (22-5-1865), soltera cuando falleció su padre pero que posteriormente se casó en Madrid y al fallecer su marido reclamó con éxito la pensión del padre; y Antonio (11-8-1868), que fue periodista.