La leucoencefalopatía tóxica o leucoencefalopatía espongiforme tóxica es una enfermedad rara que se caracteriza por un daño progresivo de la materia blanca ("leuco" significa blanco) en el cerebro (encéfalo), particularmente en la mielina, con causas como el abuso de drogas, exposición a toxinas ambientales o medicamentos quimioterapéuticos.
[8] Se ha reportado que la prevalencia de la leucoencefalopatía relacionada al metotrexato disminuye con el tiempo y la dosis.
[10] Además de su papel en la quimioterapia, el metotrexato es administrado oralmente como tratamiento para la artritis reumatoide.
[11] Se puede desarrollar leucoencefalopatía a partir de un tratamiento prolongado con metotrexato incluso con bajas dosis.
La actividad de varios opioides y receptores nociceptivos parecen desempeñar un papel importante en la enfermedad; sin embargo, el mecanismo completo se desconoce.
[15] Pacientes jóvenes de leucemia linfoide aguda con leucoencefalopatía provocada por exposición a metotrexato al parecer son asintomáticos.
[8] Sin embargo, la leucoencefalopatía tóxica causada por el abuso de sustancias o exposición a toxinas del ambiente tienen efectos secundarios más nocivos.
[1] En la primera etapa se presenta dificultad para hablar, ataxia cerebelar, incapacidad para mantenerse quieto y apatía/bradifrenia.
La etapa terminal se caracteriza por espasmos, mutismo acinético, paresia hipotónica, pirexia central y muerte.
[7][8][9][11][13] Debido a los avances en imagen por resonancia magnética, este desorden neurológico ha sido caracterizado con mayor éxito en los últimos años.
[14] Sin embargo, la sustancia blanca puede parecer normal hasta que la enfermedad haya progresado.
[6][15][17] En pacientes con este síndrome se han observado síntomas parecidos a los presentes en personas con leucoencefalopatía.