Alemania tuvo durante mucho tiempo un sistema de gobierno federal compuesto por numerosos estados independientes (en alemán: länder).
Además, había tres ciudades-estado (Hamburgo, Bremen y Lübeck) que eran repúblicas.
Estos iban desde asambleas elegidas libremente que actuaban como verdaderas legislaturas en las repúblicas, hasta representantes de los estamentos en Mecklemburgo.
Después de cierta consolidación, finalmente estuvo formado por 17 repúblicas, en gran parte denominadas "estados libres", cada una con su propia asamblea popular.
Todos estos parlamentos fueron elegidos libremente por sufragio universal y los gobiernos estatales eran responsables ante ellos.
Por lo tanto, se propuso restringir su independencia y tomar el control de las instituciones gubernamentales.
La brevedad de la ley propuesta contrastaba notablemente con su extraordinaria importancia histórica y constitucional.
En consecuencia, el Reichstag ha promulgado la siguiente ley, que por la presente se promulga con el voto unánime del Reichstag después de comprobar que se han cumplido los requisitos de la Constitución del Reich:
A continuación se presentó el proyecto de ley, el presidente del Reichstag, Hermann Göring, lo avanzó mediante tres lecturas en menos de cinco minutos y se adoptó sin debate ni votos disidentes.
Los desarrollos institucionales siguieron un patrón superficialmente similar en la zona soviética, pero allí el proceso electoral no fue completamente libre.