Se puede leer Leyendas de Guatemala no sólo desde una perspectiva antropológica, sino también como una experiencia estética que confirma la originalidad del estilo.
[1] Guatemala sirve como primera introducción a las leyendas sobre la nación centroamericana que lleva el mismo nombre.
[16] Es decir, elementos misteriosos y casi mágicos entran el contexto de este cuento.
[20] Relata sobre el origen del pueblo de Guatemala, en «un día que duró muchos siglos».
[27] Los siguientes párrafos describen el ambiente del convento que la rodea, sutilmente moldeada por su perspectiva emocional.
La serpiente serpentina alrededor de una vela, apagando la llama y envía el hombre al infierno.
[26] Este árbol custodia las tradiciones mayas y narra el paso de los años.
El árbol divide su alma entre los cuatro caminos que uno encontrará antes de llegar al inframundo Xibalbá.
Estos cuatro caminos están marcados por diferentes colores: verde, rojo, blanco y negro.
La esclava escapa, y el personaje del árbol, buscando la parte faltante de su alma, finalmente la encuentra.
En la mañana de la ejecución, la única cosa que los guardias encuentran en la celda es un viejo almendro.
[32] En esta leyenda, Asturias describe la idea del niño/demonio, El Sombrerón, a través de una lente de magia; crea una pelota que aparece y desaparece, en el que encierra un Sombrerón o demonio.
Se encuentra cautivado por la pelota e incluso comienza a preguntarse si puede estar vinculada con el diablo.
La destrucción comienza cuando los españoles («hombres blancos») se acercan, mientras que los sacerdotes mayas declaman oraciones rituales al volcán.
El protagonista de la leyenda es Juan Poye, quien es un «hombre-río» que simboliza la fertilidad y la vida.
Todo lo que queda al final de la leyenda son las ciudades cubiertas por la vegetación en la tierra Quiché.
Inicialmente Asturias atendió la facultad de derecho, pero pasó a estudiar antropología y literatura.
Pasó una parte importante de sus estudios en París, Francia, pero también viajó por toda América Latina.
[65] En cambio, Asturias replantea su postura y representa la cultura nativa como una faceta continua e integral de Guatemala.
[73] En la primera leyenda Asturias afirma que Guatemala fue construida sobre ciudades enterradas, una sobre la otra, como una casa con varios pisos.
[82] Asturias combina elementos nativos y europeos no sólo de un cuento a otro, pero incluso dentro de las leyenda; por ejemplo, en el primer cuento, el narrador participa en una canción y danza ritual indígena, pero lo que canta son las vocales del alfabeto latino, a-e-i-o-u.
No hay ninguna diferencia en su poder o en su género, y podrían ser una sola entidad, pero en realidad son dos, que se distinguen únicamente por sus nombres.
[89] Asturias, estudió en París entre 1924 y 1933, lo que le permitió observar Guatemala, su país de origen, desde una cierta distancia.
[90] Estudió la cultura maya con Georges Renaud, quien, como su director, tuvo una influencia significativa en su desarrollo literario.
[99] En 1927, Asturias trabajó, en colaboración con José María González de Mendoza, en la traducción del Popol Vuh, y como tal se vio también inmerso en sus leyendas.
«Sincretismo, duplicidad, y heterogeneidad se presentan como condiciones humanas inevitables»[109] en las leyendas.
[110] Asturias recibió muchas críticas tras la anterior publicación de su ensayo El problema social del indio (1923), en la cual afirmó no ver futuro para una identidad guatemalteca basada en su herencia maya, alentando una ideología progresista.
Le doy las gracias por haberme dado a leer estas «Leyendas de Guatemala» del señor Miguel Ángel Asturias.
Fue para mí el agente de un sueño tropical, vivido no sin singular delicia.
Se aconsejaba Stendhal a sí mismo el leer todas las mañas un poco del Código Civil.