Más tarde se le encargó la construcción de fortificaciones en Nankín, pasando junto con el virrey que le había nombrado a Hubei cuando este fue transferido a esa provincia.
[1] En 1897 partió a Japón para realizar estudios diversos (militares y administrativos).
[2] En 1910, logró desarticular grupos revolucionarios que se habían infiltrado en su 21.ª Brigada Mixta.
[3] Durante los siguientes dos meses combatió contra las tropas imperiales con resultados diversos.
Un acuerdo hizo que Sun cediese la presidencia a Yuan Shikai manteniéndose Li como vicepresidente.
La Sociedad Popular emergió luego como partido republicano favorable a Yuan.
[4] Apoyó a Yuan contra Sun durante la Segunda Revolución[3] con lo que se ganó la enemistad de sus antiguos camaradas reovlucionarios.
En mayo Duan trató de intimidar al Parlamento y obligarle a declarar la guerra, pero este se negó y solicitó la renuncia de Duan.
[14] Poco después los gobernadores militares, que habían abandonado la capital, instigaron a la rebelión a las provincias,[8] concentrándose parte de las tropas del norte del país para marchar contra la capital.
[15] Los gobernadores, junto con políticos desafectos, se concentraron en Tianjin, formando un Estado Mayor militar, listo para convertirse en gobierno provisional.
[15][8] A la vez, el vicepresidente Feng Guozhang expresaba su intención de permanecer neutral en el enfrentamiento entre Li y los gobernadores militares, manteniendo bajo su control las provincias del Yanzi.
[16] Li mantuvo su negativa a disolver las cortes, medida que consideraba inconstitucional.
Este logró huir a los pocos días y refugiarse en la embajada japonesa, encargando a Feng Guozhang y Duan Qirui -nombrado de nuevo primer ministro- la defensa de la república.
[22] Li, no obstante, se negó a retomar su cargo de presidente,[23] pasando este al vicepresidente, Feng Guozhang.
[32] Durante este segundo mandato, Li apoyó las maniobras de reconciliación entre Wu y Sun Yatsen, para disgusto de Cao que, a lo largo del año, fue perfilando su asalto a la presidencia.
[33] Los problemas financieros del Gobierno, falto de fondos, permitieron a la oposición al presidente atizar el descontento.