El liberalismo y el conservadurismo en América Latina tienen raíces históricas únicas, ya que la independencia latinoamericana comenzó a ocurrir en 1808 después de la Revolución Francesa y las posteriores Guerras napoleónicas que finalmente envolvieron a toda Europa.
Estos problemas durante muchos años afectaron fuertemente la forma en que se organizó la sociedad latinoamericana.
Los conservadores creían que el caos y el desorden social estallarían si el sistema político se liberalizara.
[2] La contienda entre liberales y conservadores en América Latina, aunque tuvo un efecto radical, se libró en gran medida entre miembros de la élite terrateniente, blanca o criolla.
Los caudillos fueron conservadores que prometieron protección y restauración de las formas tradicionales a la gente.