Estos sarcófagos, estaban preparados para albergar a altos funcionarios y sus esposas y junto a los conjuros pertinentes, venían a representar, en el fondo de las cajas un mapa con dos caminos, uno de tierra y el otro de canal de agua, por donde debía encaminarse el difunto para llegar al Más Allá y poder renacer.
Se describe la existencia de siete puertas con guardianes o demonios en cada una.
[2] Hay un camino diurno, de carácter solar, representado en color negro, donde es acompañado por el dios solar Ra y un camino de agua, de carácter osiríaco, representado en color azul, donde es acompañado por el dios lunar Thot.
Sólo los puros, mediante estos textos pueden ir sorteando a los guardianes del mundo inferior e ir avanzando, sin quedar atrapados en la oscuridad absoluta, la nada, hasta el Reino de la Luz plena, presidido por Ra-Horus el Antiguo, que es la propia luz divina.
También se incluye la casa de la diosa Maat, que asegura el orden cósmico.