Literatura copta

La lengua se dividió en varios dialectos, de los cuales sólo dos poseen una literatura abundante, el Sahídico o copto del Alto Egipto, y el Nohahírico o Boháírico, copto del Bajo Egipto.

En sus orígenes se cruzan versiones de obras cristianas griegas y, en efecto, muchas de estas se conocen hoy gracias exclusivamente a sus traducciones al copto; la literatura en copto se conoce todavía muy mal, debido al pillaje sufrido por los monasterios y bibliotecas y a la gran cantidad de material aún inédito; lo que queda son fundamentalmente textos cristianos, entre otros gnósticos y maniqueos.

La literatura copta comienza con los Apócrifos, numerosas adaptaciones libres del griego o textos originales escritos en tono lúdico y exagerado.

Hay también un Apocalipsis imaginativo (no se pretendía transmitir un dogma exacto), que abunda en las atrocidades infernales y en las delicias paradisíacas.

El siglo XIX supuso una revitalización para esta lengua gracias al impulso provocado por el patriarca de Alejandría Cirilo IV.

Mudil Psalter, hallado en 1984, en el cementerio de Al-Mudil, Egipto .