Dispuesto según un eje norte-sur, sus fachadas opuestas son simétricas en relación con los ejes de las entradas.
Los viajeros comerciantes se reunían allí para hablar de negocios y practicar el trueque.
El declive de la ciudad se vio acelerado por las guerras y la política que llevaron a las particiones de Polonia a finales del siglo XVIII.
[2] El Salón[3] ha organizado un sinnúmero de actos con distinguidos invitados a largo de los siglos y todavía se utiliza para entretener a monarcas y dignatarios.
Se le añadieron los elementos de estilo renacentista, así como los mascarones atribuidos a Santi Gucci.
Giovanni Maria Mosca dividió horizontalmente el edificio en dos partes conectando los dos pisos mediante escaleras situadas en los lados más cortos.