De los tipos que dibujaba Estébanez en anécdotas pintorescas, muchos habían muerto; otros que vivían aún por entonces eran cándidos y un tanto grotescos» (Ayer y hoy, Ercilla, Santiago de Chile, 1939.
Según la edición más asequible de la editorial Caro Raggio, Madrid, 1997: p. 175).
Los primeros capítulos describen la integración de D. Fausto en el París de la época y las relaciones que va estableciendo con los emigrados políticos españoles en esa ciudad.
El campo de acción se agranda con los amores de Asunción y un joven español, también emigrado, desdeñoso e individualista, trasunto a veces del propio Baroja.
Baroja se había documentado exhaustivamente, de tal manera que hay una absoluta exactitud entre los lugares, nombres y acontecimientos narrados y la realidad a la que se refieren.