En 1992, los guitarristas Fernando San Martín (Lele) y Fernando Ramos comienzan un proyecto musical bajo el nombre de Los Cucas, un inocente juego de palabras en homenaje a The Beatles y el pop británico que admiran.
Ese mismo año graban su segundo disco, No me gusta cantar en inglés, con Michel Meyer a la batería y Juan Ramón Sainz al bajo, con la compañía Euromusic -que entonces atravesaba momentos difíciles, sin apenas éxito.
[1] La llegada de la fama les permite actuar en vivo junto a estrellas internacionales como Bryan Adams o Blondie.
Mientras tanto, Fernando Ramos abandona la banda para seguir su propia carrera en el grupo de versiones Retroversión.
Para sustituirle, la banda recluta a José Recacha, conocido guitarrista colaborador de Javier Ruibal.