Sin embargo, descubren que ya habían intentado marcar a ese planeta hace dos años, sin éxito alguno; para llegar necesitan de una nave, pero con Anubis en camino no pueden disponer del Prometheus.
No obstante, Teal'c y Bra'tac logran que un Jaffa llamado Ronan les preste su Tel'tak, a cambio de acompañarlos.Ellos y el SG-1 parten entonces rumbo a Praclarush Taonas, llevando un montón de equipamiento que O'Neill seleccionó, sin saber porque.
Carter deduce que como O'Neill empaco los trajes Hazmat, él sabía de las condiciones del lugar.
O'Neill luego señala la Antártida, y dice "Subo Glacius", lo que Daniel traduce como "Bajo el hielo".
Tras responderles con un "no", Jack vuelve a ponerse el casco, apaga los sistemas, y del suelo saca un objeto brillante que al parecer es una fuente de energía.
En la Casa Blanca, Anubis aparece como un holograma ante el Presidente Hayes, y demanda la rendición de la Tierra.
Hayes, sin embargo, lo desafía respondiéndole que lucharan hasta el final, e incluso le ofrece a Anubis aceptar su rendición.
Para atravesarla, la nave sale del hiperespacio lo más cerca posible de la atmósfera; es una peligrosa maniobra, que sin embargo tiene éxito.
Kinsey le exige dejarlo ir, pero un momento después el Portal se activa, sintiéndose una fuerte explosión que lo golpea; Anubis ha marcado para entrar y nadie podrá irse.
Carter esta por informar de ello a O'Neill, cuando Bra'tac le aclara que no son naves Goa'uld.
Jack entonces va hacia una silla parecida a la del planeta Praclarush y reemplaza la fuente de energía agotada por la nueva traída.
En tanto Teal'c se pregunta donde esta realmente la Ciudad Perdida, la Mayor Samantha Carter termina poniendo su mano en la cámara de éxtasis, mirando con tristeza el rostro sereno del Coronel Jack O'Neill.