Lovisa von Burghausen

Lovisa daría a luz una hija que murió seis semanas más tarde.

El mercader inglés la envió a Arcángel para ser educada en la religión protestante y aprender alemán.

A las siete semanas, fue denunciada por un sastre alemán, arrestada por la policía rusa y devuelta al príncipe Cantemir.

Fue puesta entre la mercancía en el trineo del mercader, en su mayoría alfombras, la amenazaron con golpearla si gritaba, y partió hacia Tobolsk en Siberia.

Durante el viaje, un empleado ruso vio a Lovisa llorando en una posada, y le preguntó qué había pasado.

Lovisa contactó así con una mujer sueca, que le aconsejó contactar con el lugarteniente sueco Magnus Vilhelm Sprengtporten; Sprengtporten había sido tomado prisionero en Narva al mismo tiempo que Lovisa, huyó, fue hecho prisionero en la Batalla de Poltava, encabezó una rebelión en Kazán y estuvo encarcelado diecisiete meses.

Lovisa diría más tarde de él que había sido su "mayor salvador junto con Dios".

Un día, dejó la casa del turco para comprar seda en el mercado, acompañada por un guardia.

El guardia se distrajo mirando un juego de deportes, y Lovisa se mezcló con la multitud y contactó con Sprengtporten, que la llevó con su amigo Mattias Johan Reutercrona, donde estuvo escondida once semanas.

En un pueblo, los aldeanos sospecharon que ella fuera el hijo disfrazado de un noble, y planearon matarla mientras dormía.

Lovisa estaba ahora sola con sus padres pues todas sus hermanas habían sido casadas con oficiales militares.

En 1720, sus padres la obligaron a casarse con el sacerdote treinta años mayor, lo que hizo "con obediencia infantil".

Falleció sin hijos en 1733 debido a la mala salud que sufría después de los padecimientos como esclava.

Pedro I de Rusia pacifica sus tropas merodeadoras después de tomar Narva en 1704 de Nikolay Sauerweid, 1859.
El mariscal de campo Anikita I. Repnin.
Demetrio Cantemir.