Magdalena León Gómez

En quinto de bachillerto llegó al colegio una niña llamada Monserrat Ordóñez, futura literata, con quien entabló amistad.

Educada en Barcelona y con una amplia biblioteca, le facilitó a Magdalena León la conexión con los libros, despertando su pasión por el conocimiento.

Es la época en la que conoció a una feminista española con quien compartió reflexiones sobre las vivencias de ser mujer.

Su trabajo se publicó en 1977 con el título La mujer y el desarrollo en Colombia[2]​ reconocido como el trabajo que inauguró desde una perspectiva nacional el tema de la mujer y el desarrollo en Colombia, por su incidencia en el ámbito académico como por su impacto en la formulación de políticas públicas.

[1]​ En 1980 publicó la investigación Mujer y capitalismo agrario: Estudio de cuatro regiones colombianas, destacada por el reconocimiento que realiza sobre el aporte del trabajo de las mujeres campesinas y su contribución a la acumulación del capital.

El trabajo estuvo influenciado por el trabajo previo de la economista danesa Esther Boserup (1970) sobre estudios y políticas sobre Mujer en Desarrollo (MED)[3]​ que posteriormente Magdalena León de Leal cuestionó por el predominio causal,[1]​ Este es el primer trabajo conjunto con Carmen Diana Deere, al que seguirán numerosas colaboraciones de ambas en investigaciones sobre mujeres rurales.

[1]​ Entre sus principales conclusiones, el estudio señala que la división sexual del trabajo, es decir, la participación de hombres y mujeres tanto en el mercado laboral como en los hogares campesinos, está determinada, como lo señala la economía marxista, por el control y el acceso que se tenga a los medios de producción, los cuales se encuentran bajo el dominio y propiedad de la clase hegemónica.

Consideró, con una argumentación estrictamente marxista, que mientras no se tenga la voluntad política de transformar las estructuras económicas que impiden el acceso y el control de la tierra,no se obtendrán los logros esperados, punto aplazado por la reforma agraria.

En el estudio se hace explícito el enfoque de género, así como su relación e interdependencia no sólo con la clase social, sino con la etnia, el ciclo vital familiar y la edad.

El resultado cristalizó en el libro Género, propiedad y empoderamiento: tierra, Estado y mercado en América Latina (2001), un estudio comparativo que abarca doce países en el que las autoras demuestran que la desigualdad de género en la propiedad de la tierra en América Latina tiene su origen en la familia, la comunidad, el Estado y las relaciones de mercado.

[1]​ En 2011 publicó también junto a Carmen Diana Deere el libro Land and Property Rights in Latin America, un análisis multidisciplinario sobre género y propiedad en América Latina que ha servido de referencia en los análisis feministas sobre desigualdad y género en la región.

[5]​ Desde 1981 hasta 1986 desarrolló el proyecto Acciones para transformar las condiciones socio-laborales del servicio doméstico en Colombia, un proyecto que pretendía no sólo comprender el fenómeno como tal, sino modificar las relaciones laborales del servicio doméstico.