Según este autor, el presente lienzo es el segundo que el pintor realizó sobre dicho tema, y conforma el tipo II del mismo.
Aunque el cuello de Magdalena sigue siendo demasiado largo, tiene una forma más verosímil y su mirada, dirigida hacia al Cielo con ojos llorosos, es también más convincente que la del tipo I.
Según Gudiol, en esta obra,el Greco consigue un modelado más fundido y espontáneo, que se ocultaba en la geometrización del tipo I.
[15] Con las dos primeras versiones de este tema, el Greco puso las bases para sus tres posteriores variaciones del mismo.
Efectivamente, en estas pinturas vuelve a representar personajes en primer plano, en actitudes extáticas, con los ojos llorosos vueltos hacia el Cielo, ante un fondo rocoso con hojas de hiedra o de vid y, a veces, con una calavera.