Manuel Salvador Dávila

Nació en Granada, hijo de doña Rosa Amelia Dávila.

Desde muy niño comenzó a visitar al Padre Romero, párroco de la iglesia La Merced, y el sacristán fue quien descubrió su talento innato para la composición musical.

A finales de los años 40 del siglo XX, su madre se trasladó a vivir a la ciudad de Managua en busca de mejores oportunidades.

Su principal oficio fue la albañilería llegando a ser maestro de obras pero por vocación se desempeñó como maestro de composición y música Durante los últimos 22 años de su vida, se había convertido en evangélico.

Siempre vivió como un hombre entregado a la palabra de Dios y a la obra de Jesucristo, al que dedicó sus canciones.