[1][2] Manuela Medina perteneció a una familia indígena.
Tuvo acceso a la educación, pero abandonó la escuela para trabajar como empleada doméstica.
Desde muy joven, Medina se interesó por las causas sociales y levantó la voz contra las injusticias.
Durante ese mismo año recibió el grado militar de capitana, nombramiento que fue expedido por la suprema junta de Zitácuaro, Michoacán.
En 1816, formó un batallón con el que combatió en diversas acciones de guerra protagonizando grandes hazañas bélicas, salvando vidas en combate y siguió con la lucha por varios años, sin rendirse, según los registros de los indultos ofrecidos a los insurgentes por el Virrey de la Nueva España, Juan José Ruiz de Apodaca y Eliza, nunca se refugió en el perdón de la autoridad.