Tanto María Anunciada como Sigfrido decidieron romper el compromiso.
[2] Tras esta ruptura, María Anunciada solicitó el permiso de su tío, el emperador, para ingresar en la orden benedictina, cosa que este le negó.
[4][3] Antes había compartido casa con su hermana, la archiduquesa Isabel Amalia.
[5] Posteriormente a la caída del Imperio austrohúngaro y la abdicación de su sobrino, el emperador Carlos I, pasó a vivir a Liechtenstein, donde vivía su hermana, Isabel Amalia (casada con el príncipe Luis de Liechtenstein).
Acudía con regularidad a las reuniones familiares que eran celebradas por la Casa de Habsburgo.