Entre sus hermanos estaban los reyes Alberto I y Jorge I, Isabel, Duquesa de Génova, Ana María, Gran Duquesa Heredera de Toscana, Sofía, Duquesa en Baviera, Margarita, archiduquesa de Austria, Sidonia y Ernesto.
María Augusta era descrita como una mujer hermosa,[1] de hecho muchos príncipes querían casarse con ella, pero se negó varias veces posiblemente debido a frágil salud, permaneciendo soltera toda su vida.
En efecto tenía una salud enfermiza,[1] padecía constantes resfriados, por lo que no podía haberle dado hijos a un posible marido.
Vivió durante toda su vida en la corte sajona en compañía de sus padres.
[1] La salud de María Augusta empeoró en 1857, al haberse enfermado de tos y resfrío, resistió unos meses pero finalmente murió a los 30 años dejando a sus padres consternados.