María Eugenia de Austria

[Nota 1]​[2]​ Para ser su padrino de bautismo, se pidió a Urbano VIII, quien mandó en representación como legado a su sobrino Francesco Barberini.

El viaje de este a España fue descrito por el caballero Cassiano dal Pozzo en su diario.

El 24 de mayo entró el cardenal legado en Madrid con gran solemnidad.

Los reyes Felipe IV e Isabel así como los infantes Carlos y Fernando observaron la ceremonia desde el cancel de la capilla.

Su madre había dado a luz una hija muerta.