[3] Sin embargo, poco se sabe de su infancia y juventud.
[3] Gracias a esto, María Gertrudis y Manuel tuvieron cuatro hijos: Ana María, Juana Nepomuceno, Rosalía y Agustín, forjando así una estrecha relación con la familia Hidalgo, siendo incluso uno de sus hijos bautizado por Miguel Hidalgo y Costilla.
Fueron llevados a la cárcel La Acordada, y como parte de la medida también se le confiscaron todos sus bienes, generando que la familia Hidalgo-Costilla Armendáriz pronto quedara en la miseria.
[3][4][6][7][8] Con el pequeño dinero excedente que le generaban sus labores, y con la ayuda de Joaquín Piña, guardia de Garita de San Cosme, logró sobornar a los carceleros para que dejaran escapar a quienes querían unirse al ejército insurgente.
[4][3] Utilizando sus escasos recursos, también participó en la compra de armamento y contribuyó en la compra de la imprenta para la creación del primer periódico insurgente El Despertar Americano en la capital del virreinato.