[2] A finales del siglo XIX solo el 25% de la población mexicana sabía leer.
[3] En el caso de las mujeres pertenecientes a la clase media y alta, cuando éstas recibían educación de algún tipo, esta se limitaba a enseñarles a leer, pues de esta manera podían participar en las ceremonias religiosas; además que los libros a los que se les otorgaban tenían que ser revisados y autorizados por sus tutores, estos eran principalmente religiosos.
Sin embargo no se les enseñaba a escribir escribir, pues se buscaba evitar que se pudieran comunicar de manera privada a partir de cartas con otras personas ajenas a su núcleo familiar.
[1] Como explica la historiadora Josefina Muriel: “En los terrenos de la cultura, le eran prácticamente vedados aquellos que fueran más allá de la enseñanza elemental.
No había para ella colegios de estudios superiores ni por tanto posibilidades de ingreso a la Universidad.” [4] Puesto que en la época, las mujeres estaban sometidas a una sociedad patriarcal donde sus funciones sociales se limitaban a a la actividad reproductiva, su vida se desenvolvía al hogar, la iglesia o en algunos casos, en conventos por lo que la forma de trasmitir noticias era verbal, de cara a cara, salvo los bandos oficiales.
Por ejemplo, los criollos se levantaron motivados por la desigualdad que en materia de puestos públicos implicaba ser español peninsular o español americano (criollo), a quien estaba vedado el acceso a las posiciones más elevadas de la administración.
Entre los casos estudiados por Robinson destaca el del insurgente Vicente Vargas.
Al parecer, el objetivo era que Vargas depusiera las armas y aceptara el indulto real, cosa que ocurrió el 22 de enero de 1818.
En octubre de ese mismo año fue capturado y fusilado.
Posteriormente, su amasia Rafaela Morales y otras cuatro mujeres que acompañaban a la tropa fueron sentenciadas a cuatro años de reclusión y trabajo, también en La Magdalena.
Un volumen contiene documentos relacionados con la participación de las mujeres en las rebeliones.
Los casos con evidencia histórica de su existencia están incluidos en los siguientes listados: 1.
Utilizando sus escasos recursos, también participó en la compra de armamento y contribuyó en la compra de la imprenta para la creación del primer periódico insurgente El Despertar Americano.
Sus cuatro hijos participaron en la lucha de independenciaː Ignacio y Francisco López Rayón son los más mencionados.
Presa liberada, en Toluca se unió a su ejército.
Encabezó una conspiración para secuestrar al virrey Francisco Xavier Venegas 14.
Benefactora del movimiento insurgente, otorgó 40 mil pesos en oro a la causa y recibió en su casa a los capitanes del ejército insurgente el 19 de septiembre de 1810.
Ella y un grupo de mujeres siguieron los pasos del ejército insurgente en su viaje hacia el norte y los acompañaron a través del desierto de Chihuahua, hasta que cayeron prisioneros los principales jefes insurgentes.
Hermana de Agustín Carrasco y pareja Cayetano López, ambos capitanes.
Persuadió a soldados realistas de que se volvieran insurgentes.
Sin estudios de abogacía, evitó que su marido fuera sentenciado a muerte.
Esposa de Esteban García Rojas, pequeño comerciante.
Financió la formación de un batallón que ella misma dirigió y con el cual se integró al bando insurgente durante la lucha por la Independencia de México.
Su valentía le ganó el respeto del comandante español, quien en lugar de fusilarla le perdonó la vida y afirmó: «Mujeres como ella no deben morir».
Menciona el Dr. Don Agustín Rivera, en su libro titulado Viaje a las ruinas del fuerte del Sombrero, que Isabel Moreno era una: "(...) adicta a la causa de la Independencia y que alguna vez tuvo una disputa con Ana Jaso, que era muy realista, y a la cual había levantado las ropas para darle nalgadas."
Dispuesta a donar su cuerpo para que los soldados de Nicolás Bravo lo comieran.
Esposa de Esteban García Rojas (a) El Jaranero.
En 1815 fueron sorprendidas con las armas en las manos en los campos de batalla, hechas prisioneras se les condenó a muerte, pena conmutada por cadena perpetua.
Labarthe Álvarez, Rodrigo, Panorama Estadístico de México.
En Radalyc está la versión española realizada por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia [4] Rodríguez, María de J, México, Independencia, mujeres, olvido, resistencia, rebeldía, dignidad y rescate.