María de los Ángeles Hernández Gómez

Este hecho le supuso la necesidad de trabajar muy duro en una gran variedad de labores (desde recoger tomates o vender patatas a repartir periódicos a domicilio) para ganar el sustento y seguir adelante.

Formó pareja con la rejoneadora Amalia Gabor, con la que actuó con éxito en Sevilla, Marbella (Málaga), El Puerto de Santa María (Cádiz), Manzanares (Ciudad Real), Segovia, Andorra (Teruel) y algunas plazas de Francia; convirtiéndose en una reputada rejoneadora.

[3]​ En 1965 logró treinta actuaciones en el sur de Francia, y llegó a rejonear con compañeros tan importantes como Manuel Vidrié o Gregorio Moreno Pidal.

En 1970 Ángela volvió a España después de una fuerte cornada que recibió en el estómago durante su gira por América.

En 1972, el abogado José Briones, en nombre y representación de Angelita, emprendió la batalla legal para derogar el artículo 49 párrafo C del Reglamento Taurino que recogía dicha prohibición.

[5]​ Durante este periodo, fueron muchas las presiones que recibió para abandonar la lucha, por ejemplo, por la Agrupación Sindical de Matadores y Novilleros, que estaba dispuesto a admitirla si ella desistía en su lucha contra el artículo en cuestión.