Para ello contó con la autorización del Cardenal Jacinto Orsini (futuro Celestino III), entonces legado pontificio de Alejandro III (1159-1181).
[2] Respecto al segmento histórico de este primer pontificado, cabe considerar que el primer obispo nombrado para la nueva sede fue realmente don Fernando, pero por distintas razones -poca salud, fuerte oposición provocada en Aragón y en la Santa Sede-, no fue consagrado, falleciendo el 5 de agosto de 1173.
[3] Ello hace imposible que el pontificado de don Martín, primer obispo consagrado comenzara en 1172 -como tradicionalmente se ha establecido-; además, don Martín todavía firma como canónigo de la catedral de Toledo en marzo de 1172.
A ello cabe añadir que el primer registro documental de don Martín como episcopus de Aluarrazin data del 29 de agosto de 1173, «y precisamente junto a la firma del Cardenal Jacinto que, sin duda, había aprobado y confirmado todo lo hecho por el arzobispo de Toledo».
[5] Esta fue la razón de que el mismo don Cerebruno, con fecha 1176, cambiara a Albarracín el título de «arcabricense» por el de «segobricense», pensando erróneamente que dicha sede visigoda se hallaba en Segorbe,[6] ciudad también por conquistar (lo sería en 1245).