Desde el siglo IV fue reutilizado como vivienda, posteriormente, durante el periodo musulmán, se vio transformado en torre-fuerte con un carácter defensivo y desde el siglo XVI se transforma en ermita de San Sebastián, hasta cercanas fechas, funcionalidad religiosa que ha salvado la estructura original de la destrucción.
Sin embargo, su grave deterioro y amenaza de ruina, ha obligado a su rehabilitación.
Las excavaciones arqueológicas realizadas en el entorno del edificio confirmaron que se trataba de una estructura arquitectónica completa en su origen, levantada sobre un basamento y a la que se accedía por una escalinata con una puerta, seguramente algo monumental, desde el sureste.
La demolición parcial de este opus caementicium pudo deberse a que la puerta original estuviera construida con piezas más ricas o materiales más nobles que el resto del mausoleo, por lo que en algún momento fue desmontada y reutilizada, deteriorando el resto de los muros de los edificios.
Además se decidió utilizar un criterio más pedagógico en el tratamiento de los muros, según fueran originales o no.