Fue diseñado para la valoración de daño cerebral, añadiendo doce áreas más para tener en cuenta también las alteraciones cognitivas y psicosociales.
La escala FIM evalúa las actividades de la vida diaria básicas e instrumentales mediante ítems que corresponden a unas puntuaciones determinadas (Tabla 2).
[13] Hay una gran correlación entre la puntuación FIM en admisión y al alta.
[14] En el hospital y en el domicilio se ha demostrado la fiabilidad intraobservador de los ítems motores en la FIM, pero falla la fiabilidad interobservador en los ítems de transferencias, locomoción, interacción social y cognitivo-sociales.
[15] En pacientes con Esclerosis Múltiple, en la escala cognitiva FIM muestra un efecto techo notable, limitando su utilidad en la medición de resultados en este proceso.
Además, la FIM muestra un efecto techo notable en pacientes con esclerosis múltiple,[21] lo cual limita su utilidad en la medición de resultados en el proceso cognitivo.