Medina de las Torres

El relieve del municipio es predominantemente llano, en el que abundan las típicas dehesas extremeñas.

Los cauces fluviales más importantes son la rivera Atarja y el río Bodión, que hace de límite con Valencia del Ventoso.

Situado en la Ruta de la Plata, su territorio municipal es recorrido por la Cañada Real Leonesa Occidental.

La palabra española “medina” procede del árabe “madina”, مدينة que significa: “la ciudad” y posiblemente deriva con toda probabilidad, de la existencia de ruinas romanas (hechos constatables), correspondientes a una ciudad de esta última época, en las tierras que le fueron donadas por los santiaguistas, y que tal vez el obsequiado Martín Anes do Vinhal en el año 1254, a bautizar con el nombre de “Medina” al nuevo enclave.

Se puede decir con absoluta seguridad que esta es una villa de Señorío, habiendo pertenecido a dicho ducado.

Inicialmente fue conocida como Ugultiniacum en la Beturia céltica, pasando a denominarse Contributa durante la etapa romana.

Con su obsequiada fundación, reagrupó los pequeños núcleos familiares que habitaban su territorio formando pequeñas aceñas en torno a los más de 30 molinos hidráulicos que existían en la rivera Atarja, río Bodión y arroyo del Zarcillo.

No sería descabellado pensar que la antigua ciudad árabe estuviera en torno al castillo y las ermitas, distantes un kilómetro de la localidad, habiéndose construido posteriormente la nueva villa por el repoblador luso.

De la etapa musulmana destacan sus molinos y la popularmente conocida como torre de los Moros, que pasó durante la reconquista llevada a cabo por Pelay Pérez Correa en 1247 a manos cristianas.

A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura.

El trazado contaba con una estación propia en el municipio, lo que mejoró sensiblemente las comunicaciones.

En el yacimiento, ya visitable (38°20′57″ N 6°23′26″ O), se pueden observar diferentes estructuras, edificios y calles.

Además el centro de interpretación complementa su oferta turística ofreciendo talleres y experiencias didácticas a grupos, colegios, institutos, etc., mostrándose así más atractivo para el visitante.

Su origen es árabe, aunque el edificio que hoy conservamos es posterior a la dominación musulmana.

En la construcción, originaria del siglo XVI, llaman la atención sus tres portadas de estilo plateresco y neoclásico, en particular la que da frente a la plaza.

Sobre ella se dispone un atrio entre estribos, con arco serliano, decorado con una pintura mural de ingenua factura que representa a Santiago Matamoros sobre un corcel blanco.

Consta del banco y tres pisos divididos en tres calles, rematándose mediante cornisamento de acusado guardapolvos, cilíndricos en la parte central, sobre el que se sitúan tallas de la Virgen y San Juan.

La estructura compositiva resulta sencilla, apareciendo en el presente, toscamente pintada de blanco con algunas zonas enfatizadas en color rojo y dorado.

Se encuentra bien conservada y mantiene su estructura original aunque ha sido modificada con los años desde su primigenio estilo medieval.

Este espacio bien pudiera haber sido la Mejitzá, (estancia o recinto discreto a los hombres donde las mujeres hacían el rezo).

Dicha nave está dividida en cuatro tramos formados por arcos formeros que descansan en los muros laterales con un primer pórtico de entrada por el oeste.

Entre las más representativas del modelo barroco popular, con preciosa portada, se encuentra la Casa de la Encomienda de la Orden de Santiago, construcción del XVI muy bien conservada en sus características originarias, en la que últimamente estuvo instalada la Cámara Agraria local, y más recientemente, el Ayuntamiento, mientras se restauraba su sede tradicional habitual, operación en cuyo transcurso se han recuperado unos interesantes arcos antes ocultos.

Guerrero de Medina
Iglesia Nuestra Señora Del Camino
Retablo del iglesia de Nuestra Señora Del Camino
Piscina Municipal de Medina de las Torres.