[3] Ogiński trabajó como consejero del rey Estanislao II Poniatowski, apoyándolo durante el Gran Sejm de 1788-1792.
La creación del Gran Ducado de Varsovia por el propio Napoleón fue el primer paso hacia la independencia de Polonia, haciendo que Ogiński le dedicase su única ópera, titulada Zelis y Valcour.
Adam Jerzy Czartoryski se encargó de presentarlo ante el zar Alejandro I, que nombró a Ogiński senador ruso.
[7] En sus últimos años de vida, Ogiński intentó convencer al zar para reconstruir el Estado polaco, aunque sin éxito.
[8] Sus veinte polonesas influyeron en toda una generación de compositores polacos, entre ellos Maria Szymanowska e Ignacy Feliks Dobrzyński, entre otros.