Minificción

Según Lauro Zavala[1]​ surgió a principios del siglo XX y sus raíces se encuentran en las vanguardias.

Fue hasta las dos últimas décadas del mismo siglo, gracias a los estudios introductorios de Dolores M. Koch sobre el tema en 1981, que se le valoró como género autónomo y posmoderno.

Esto ocurre ya en la literatura funeraria como se evidencia, por ejemplo, en los Textos de los Sarcófagos egipcios y los epitafios griegos.

Sumado a lo anterior, están los epitafios funerarios, los cuales encierran un carácter ficcional al relatar alguna de las hazañas de los personajes célebres combinando realidad con ficción, o al resumir la vida del difunto en un breve comentario.

Respecto a los precursores del cuento moderno, a fines del siglo XVII sobresalen los cuentos reunidos en la tradición oral por el francés Charles Perrault, los cuales incluirían unos de los principales tópicos parodiados por distintas minificciones, como es el caso de Cenicienta o Caperucita Roja.

A finales del mismo siglo, el norteamericano Edgar Allan Poe presenta su poética sobre lo que se conocería como cuento moderno.

Teoría e historia, inserta al microrrelato dentro del marco general de los microtextos.

Entonces, la minificción se subdivide a su vez en dos campos: los géneros próximos, en los que se engloban los microtextos dramáticos, haikús, aforismos, poema en prosa, fábula, anécdota, bestiarios y discursos miméticos; y el microrrelato o minicuento.

Esta posición ha sido cuestionada por, entre otros, David Lagmanovich quien observa: Las principales investigaciones de Lauro Zavala consideran que la minificción es el género por excelencia del siglo XXI ampliamente relacionado con la posmodernidad.

La definición que propone es la siguiente: Ella fue la primera en aportar a la teoría sobre características para identificar la minificción: brevedad, anécdota condensada, rasgo proteico, intertextualidad, elipsis.

El autor deja claro que el microrrelato se ha de distinguir de las siguientes minificciones: acertijo o adivinanza, aforismo, alegoría, anécdota, apólogo o fábula, apotegma, balada, bestiario, boutade, carta, caso, chiste, diálogo, diario, dicho, escena, epigrama, episodio, estampa, fantasía, flabiaux, grafiti, greguería, haiku, leyenda, máxima, microteatro, milagro, miniensayo, nota, nota de prensa, parábola, poema en prosa, poema, proverbio, refrán, relato, sentencia y tradición.

Aparte de distinguirse por su brevedad, también lo hacen por su carácter adoctrinante, reflexivo y por su propiedad normativa dentro ámbitos específicos, como la ciencia, por ejemplo.

El haikú es un género poético originario de Japón que habitualmente tiene como tema la naturaleza.

Se considera que su creador fue Ramón Gómez de la Serna, importante partícipe del vanguardismo español.

La viñeta literaria es un texto narrativo que no rebasa las 200 palabras, se caracteriza por trabajar con la elipsis como su base principal.

El acto de lectura frente a una minificción resulta muy distinto al que se realiza para un cuento o una novela, lo que se debe a que la mayor carga apelativa recae en la figura del lector, pues éste tiene la tarea de desentrañar las implicaciones, referencias, concretizar y actualizar los espacios vacíos, las hipertextualidades, y defender el carácter estético del polémico género.