Acabó viviendo con su familia en una casa llamada Maison Henry cerca de Garonne.
[1] Sin embargo, a pesar de estar en el extranjero, nunca perdió su pasión por la danza, y también bailó en un teatro de Burdeos.
Para hacer frente a la posguerra, a principios de la década de 1940, comenzó a entrenar para ser raquetista y dos años más tarde hizo su debut profesional en el frontón de Sabadell en 1942.
Allí jugó varios años, con defensas como Natividad López "Eibarresa", Mari Carmen Madariaga "Arrati" y Maite Gorrotxategi "Ermua".
[3][4] Después de jugar a la pelota durante varios años, se despidió de la raqueta, se casó y trabajó como tendera en Durango.