Misia Pepa (cuento)

[1]​[2]​[3]​ Misia Pepa es una cotorra aparentemente de la especie cotorra argentina o Cata del Paraguay, con ciertas características antropomorfas (usa sombreros, lleva carteras y paraguas, viste con polleras, mantas y calzado) que suele hacer alarde de haber vivido con lujos en la ciudad.

Luego de ser alimentada y enseñarle a recitar versos, la cotorra es encerrada en la jaula junto a una paloma de monte agresiva llamada Juanita la cual la castiga duramente en todo momento.

Sin embargo, con sus versos aprendidos que recitaba en todo momento, sus permanentes alardes y su carácter vanidoso relacionado con la falsa vida de distinción y lujos en la ciudad, que ella pretendía hacer creer a las demás cotorras, terminó siendo repudiada por estas hasta que Misia Pepa buscó una excusa para ausentarse del nido durante el día y poder hablar hasta el agotamiento con los demás animales.

Si bien la protagonista vive diversas situaciones, el argumento principal es una historia simple con un final aleccionador o de carácter moral.

[1]​[7]​ En sus diversas ediciones, el cuento Misia Pepa fue ilustrado por Adduard,[8]​ Federico Ribas y Hugo Csecs.

[10]​ El libro se compone de nueve segmentos, los cuales en ciertas ediciones antiguas fueron puestos a la venta como minicuentos.

Durante el evento se homenageó a Vigil inaugurando en la plaza, las estatuas del mono relojero, la hormiguita viajera y Misia Pepa.

Entre ellas se encuentra Misia Pepa, la cual está dedicada a Constancio C. Vigil.