Mitología maorí

Por una parte servía para proveer un tipo de escala temporal que unificaba a todos los mitos, tradiciones, e historias maoríes, desde el pasado remoto hasta el presente.

A veces son también comunes ciertos vocablos crípticos y el uso de ciertas construcciones gramaticales que no se observan en la prosa."

La prosa narrativa constituye el cuerpo principal del material de leyendas maoríes.

Por ejemplo, el mito Māui, era importante no solo como entretenimiento sino que porque también capturaba las creencias del pueblo concernientes con el origen del fuego, de la muerte, y de la tierra en la cual vivían.

Tal vez la característica distintiva del mito comparado con una tradición es su universalidad.

Estas genealogías existen en numerosas versiones, en las cuales se repiten determinados temas simbólicos.

En otro enfoque se compara la evolución con el desarrollo de un niño en el vientre, tal como en la secuencia “la búsqueda, la concepción, el crecimiento, el sentimiento, el pensamiento, la mente, el deseo, el conocimiento, la forma, la vida independiente”.

La unión de esta pareja celestial produce los dioses, y a su debido tiempo todos los seres vivos que moran sobre la tierra (Biggs 1966:448).

Según los maoríes, el Cielo (Rangi) y la Tierra (Papa) son ellos mismos la fuente' " (Biggs 1966:448).

Los seis principales dioses departamentales maoríes representados en bastones de madera: de izquierda a derecha, Tūmatauenga, Tāwhirimātea, Tāne, Tangaroa, Rongo, y Haumia.
Detalle de un tāhūhū (elemento estructural de una casa), Ngāti Awa, Bahia de la Plenitud, Nueva Zelanda, circa 1840. Se cree que representa o bien a Tūwharetoa o a Kahungunu.