Tiene diferentes puertos tanto deportivos como pesqueros y una actividad cultural relevante en la que destaca el Festival Intercéltico del Morrazo.
Desde las asociaciones culturales, que protegen la cultura gallega, es notorio el Festival Intercéltico que se celebra anualmente y tiene relevancia internacional o el cuidado de la gaita de caña, típica de Moaña, hasta la relevancia que los movimientos obreros y sociales tuvieron en la primera mitad del siglo XX donde la CNT consiguió una presencia muy significativa.
Todas ellas gozan de aguas tranquilas, ideales para el cultivo del berberecho "o croque", y otros bivalvos.
Los núcleos poblacionales se encuentran al pie de las principales rutas (históricas) de comunicación, la carretera PO-551 que recorre toda la parte sur del Morrazo y la PO-313 que une Moaña con Marín y Pontevedra y la Vía Rápida del Morrazo, VR-4.1, que enlazando con al AP-9 recorre la península del Morrazo.
Esto hace que la organización de los diferentes servicios este establecida teniendo encuentra esta realidad.
El clima de Moaña es oceánico, muy húmedo, con precipitaciones que se sitúan entre los 1.300 y los 1500 mm.
Los Montes del Morrazo recorren la península en dirección este-oeste extendiéndose desde la Costa da Vela hasta Pontevedra.
Los desniveles son muy altos, desde en nivel del mar hasta los 624 metros que tiene el monte Faro de Domayo.
Todo el territorio del municipio está en la vertiente sur contribuyendo con sus aguas a la ría de Vigo.
Hay muchos ríos y arroyos que naciendo en los montes rápidamente llegan al mar.
Entre estos se destacan los siguientes: Todo el límite sur del municipio es costa.
Podemos contar con algunos arenales: Estas playas son muy propicias para la cría de berberecho, almeja y navaja.
Entre las elevaciones se abren pequeños valles que son surcados por corrientes muy irregulares y rápidas.
Familias como los Meira, los Valadares o los Soutomaior, a partir del siglo XIV controlan el municipio.
En todo ese tiempo la pesca ha sido una actividad fundamental en la economía del municipio, pero en el siglo XVII la llegada de los conserveros catalanes buscando sardina genera un crecimiento demográfico y económico muy destacable.
Estos invierten muchas de las ganancias en edificaciones, tanto civiles (pazos) cómo religiosas (iglesias).
Cien años después, en 1809, se libran batallas en estas tierra contra el invasor francés.
El siglo XX entra en Moaña con la creación del puerto y la carretera comarcal, lo que abre definitivamente su economía al mar y a las actividades que a él se deben.
Se abren canteras en A Borna y en O Choco para suministrar piedra para las obras del puerto de Vigo.
Esta industria, que ocupaba mucha mano de obra femenina, dio lugar a un movimiento sindical que tenía a la asociación Sociedad de Hiladoras y Oficios Varios, La Defensora como máxima expresión.
Sus líderes, Enedina Esperón González y Juan Eugenio Gallo San José fueron represaliados después de la Guerra Civil.
Aprovechando el tirón turístico de Cangas, Moaña empieza a explotar sus recursos en este campo, creando complejos turísticos como el da A Fraga o el campo de golf de Domayo a la vez que logra acondicionar playas con bandera azul y poner en valor su patrimonio.
La agricultura y la ganadería es residual y dedicadas al autoconsumo, los excedentes de las producciones se comercializan en los mercados de la comarca pero no tiene mayor relevancia que el contribuir a la economía familiar como fuente secundaria.
La pesca de altura no tiene su sede en los puertos del municipio, sino que radica en Vigo, aunque en ellos trabajen muchos moañeses e incluso pertenezcan a los mismos.
Es un sector muy poco profesionalizado que viene siendo utilizado como una fuente suplementaria de ingresos en los hogares.
Las empresas más importantes están relacionadas con el mar, por un lado están las dedicadas a la construcción y reparación naval, hay desde pequeños astilleros de ribera hasta importantes empresas de construcción naval como Rodman Polyships, Montajes Cancelas, Aister o Industrias Navales A Xunqueira, y las dedicadas a la manipulación del pescado y marisco, depuradoras y conserveras, de las que existen cuatro en el municipio.
la proximidad de Vigo, Pontevedra y Cangas hace que los servicios más especializados se cubran desde esas ciudades dejando a Moaña los más básicos, ocurriendo esto en sanidad, educación y hasta en comercio.
La hostelería tiene como apoyo principal al turismo que va incrementándose gradualmente al haberse potenciado el municipio y creado cierta infraestructura como un campo de golf y 3 puertos deportivos (en Domaio, Meira y Moaña), a la vez que se ha impulsado el turismo rural completado con una interesante red de paseos y caminos que dan a conocer el entorno, tanto marinero, como del interior.
Los petroglifos se han realizado con dos técnicas diferentes, una, la más habitual en época prehistórica, es la de dibujar el motivo con una piedra o piquetearlo con un instrumento metálico, y después ir puliendo el surco, lo que deja un surco realizado en una hendidura en forma de "U".
[9] Como en todos los municipios gallegos compuestos por diferentes parroquias cada una de ellas celebra sus propias fiestas.