Se encuentra en la localidad de Olván, en la comarca catalana del Bergadá.
Gracias a esta protección, el cenobio contó con un importante patrimonio que incluiía algunos castillos.
Nunca fue una comunidad muy numerosa y en 1320 residían en el edificio un total de 10 monjas.
En 1399, al convertirse la zona en peligrosa debido al aumento del bandolerismo, el resto de las monjas se trasladó a Manresa, donde fundaron un monasterio con el mismo nombre, El cenobio quedó abandonado.
Del edificio monacal tan solo quedan en pie algunas partes de los muros.