Monitores Manco Cápac y Atahualpa

Se trataban de naves diseñadas para la navegación fluvial, a lo que se agregaba el hecho de estar ya usadas, por lo que, para todo efecto práctico, resultaron ser un mal negocio para el Perú.

Fueron llevados a remolque, desde Nueva Orleans hasta el Callao, utilizándose la ruta del estrecho de Magallanes.

[1]​[2]​ El tipo de nave llamada monitor es una invención del sueco John Ericsson.

En efecto, Prado planeaba liberar a Cuba y las Filipinas, entonces en poder de España, y esperaba hacer de la escuadra aliada peruana-chilena en una «escuadra libertadora» (pero el plan nunca se concretó).

[1]​ Una comisión del Congreso de los Estados Unidos investigó el asunto, descubriendo irregularidades en la venta.

Por ello, no se entiende por qué se optó por adquirir monitores ya usados, y que para colmo estaban diseñados para la navegación fluvial, nunca para ser usados en el mar, sabiéndose de un suceso ocurrido durante la guerra de Secesión, cuando dos monitores zozobraron al intentar ejecutar pases a través de océanos abiertos.

[4]​ Para realizar el traslado al Perú de los monitores, llegaron a Nueva Orleans tripulaciones peruanas al mando de los comandantes Camilo N. Carrillo y Juan Guillermo More Ruiz.

[6]​ El 12 de enero de 1869, partieron del puerto de Nueva Orleans con rumbo al Callao, los monitores fluviales ex Oneota rebautizado Manco Cápac y ex Catawba rebautizado Atahualpa, que son los nombres del primer y último inca del Tawantinsuyu, respectivamente.

Las naves partieron remolcadas por los transportes Marañón y Reyes; nunca navegaron con sus propios motores.

[6]​ El convoy fue alcanzado en Río de Janeiro por la corbeta Unión y en Punta Arenas por el transporte Chalaco.

Los comandantes y sus tripulaciones a bordo, reconocieron después que se trató del viaje más riesgoso de toda su carrera naval.

El Manco Cápac, conjuntamente con la lancha torpedera Alianza, salieron del muelle para presentar combate al Huáscar.

Ambos blindados se trabaron en feroz duelo artillero a distancias tan cortas como 200 metros.

El historiador Andrew Toppan, asegura que ese mismo año el Atahualpa fue reflotado por los chilenos, usándolo como pontón, para finalmente ser dado de baja y desmantelado en 1910.

En la fotografía, el monitor blindado Manco Cápac , ex Oneota , con sus mástiles instalados.
En la litografía, el monitor blindado Atahualpa , ex Catawba . Museo Naval del Perú