La campaña victoriosa contra Serbia hizo que los militares austrohúngaros, sobre todo el jefe del Estado Mayor, Franz Conrad von Hötzendorf, se mostrasen partidarios de anexar Montenegro al imperio.
Burián, a la sazón ministro de Asuntos Exteriores del imperio, había plasmado los objetivos respecto de Montenegro en la nota conjunta: ligar política, económica y militarmente al pequeño reino aledaño a Austria-Hungría.
Ya en septiembre de 1914, los responsables del Imperio alemán habían incluido al pequeño reino balcánica en la Mitteleuropa y su unión aduanera, principal objetivo bélico imperial.
Italia también deseaba dominarlo para asegurarse una vía de penetración política y económica en la península balcánica.
[7] Además, el reino estaba estrechamente vinculado a Rusia, que le otorgaba subsidios y ayuda en la modernización de su ejército.
[7] Este proyecto político originó rivalidad entre los dos países, que se plasmó en antagonismo dinástico.
[18] Propuso, por el contrario, una unión estrecha entre los dos reinos, pero en la que se respetase la autonomía interna de Montenegro.
[2] Las presiones austrohúngaras no impidieron que la Skupština montenegrina declarase la guerra al imperio.
[2] Sin embargo, apenas contaba con cien cañones y una parte notable de la infantería era irregular.
[26] El mando efectivo supremo de las unidades montenegrinas se otorgó al Estado Mayor serbio.
Tomó Pale el 25 del mes, tras diez días de operaciones, desde donde amenazó la capital bosnia.
[29] Por otra parte, unidades montenegrinas operaban desde septiembre en solitario en torno a Cattaro, del que deseaban apoderarse; no lo consiguieron, pero sí repeler las acometidas austrohúngaras en la zona.
Montenegro constituía una vía de paso obligado para los serbios que huían hacia los puertos del Adriático.
[N 6][33] El frente montenegrino dependía intensamente del serbio y su derrumbamiento lo dejó en una difícil situación a comienzos de 1916.
[26] No obstante, el 8 de enero, Conrad von Hötzendorf hizo avanzar a las unidades apostadas en Dalmacia y logró abrir brecha en las defensas enemigas al día siguiente.
[39] A los ejércitos aliados les faltaban soldados, por lo que el rey Nicolás intentó llevar a cabo una campaña de reclutamiento de montenegrinos que debían constituir una legión para combatir en el frente macedonio.
[40] Francia se mostró teóricamente favorable al proyecto que, sin embargo, fracasó por falta de voluntarios.
[39] En realidad, los retrasos y las condiciones impuestas por Francia tampoco favorecieron la formación de la nueva unidad.
[41] El rey Nicolás, que no había renunciado a la corona, deseaba aprovechar la ruptura del frente balcánico el 15 de septiembre para volver al reino y participar en la liberación; al estar exiliado en Francia, debía solicitar para ello el permiso de Clemenceau y de su ministro de Asuntos Exteriores, Stephen Pichon, que decidieron dar largas a la petición real hasta que se hubiese reconquistado por completo.
[42] La ruptura del frente balcánico en Doiran amenazó a las unidades austrohúngaras que ocupaban Montenegro.
La maniobra la coordinó Karl von Pflanzer-Baltin, que mandaba el ejército austrohúngaro en Albania; los guerrilleros montenegrinos y las avanzadillas serbias, que deseaban apoderarse de los puntos de paso como Podgorica, estorbaron la maniobra.