Representa con un realismo la expresividad y dinamismo de un momento agitado del encierro en el que los corredores están siendo alcanzados por los toros.
«La escultura debía de ser una instantánea del encierro y expresar acción, una estampida», declaró el Rafael Huerta.
[1] El grupo escultórico esculpido en bronce está compuesto por diecinueve figuras: seis toros de Victorino Martín, tres cabestros y diez corredores.
«No quería ser protagonista, pero me dio la corazonada de ponerme, como han hecho otros autores en sus obras».
Originalmente, el escultor representó a Julen Madina y el concejal Ignacio Pérez Cabañas en la obra, ambos corredores de sanfermines, pero luego fueron retirados por presión social.