Movimiento sinarquista

El sinarquismo en la actualidad se conoce como un "movimiento Político, Social y Cultural, que quiere una sociedad con armonía, con equilibrio, con una autoridad legítima emanada de la libre actividad democrática del Pueblo (...) y que marca el principio o inicio de una nueva historia".

Enfatizar aquí orígenes agrarios y proletarios durante el porfiriato y su relación con el desarrollo del programa del catolicismo social como lo plantea León XIII en Rerum Novarum, así como la manera en que las condiciones generadas por el porfiriato hicieron posible la difusión de los ideales del catolicismo social y la integración de una red de grupos, mutuales y sindicatos que darían vida, al finalizar el porfiriato, al Partido Católico Nacional (1911-1913).

Después del golpe de Estado, Victoriano Huerta disolvió al PCN y mando encarcelar a sus principales dirigentes como Gabriel Fernández de Somellera y Enrique Zepeda que más tarde fueron desterrados.

Su apertura a la espiritualidad sigue la línea de los Fundadores José Antonio Urquiza y Juan Ignacio Padilla.

Ambos veían la espiritualidad como la esencia de lo humano, lo que motiva y da sentido a la existencia.

El sinarquismo de línea crítica, autogestionaria, está tomando cada vez más protagonismo y parece que sus postulados son cada vez más tomados en cuenta por intelectuales, organizaciones populares y ciudadanos en general que buscan una postura alternativa.