El cuadro debió ser realizado para Agostino Chigi, poco después de la llegada del pintor veneciano a Roma, llamado para participar en la decoración de la Villa Chigi.
La obra llegó a Florencia en 1587 y colgada en el Palacio Pitti; en 1675 es mencionada en la colección del cardenal Leopoldo de Médicis.
En el centro Venus, completamente desnuda, sentada con una pierna sobre la otra y junto al pequeño Cupido que le señala el hallazgo, aparece entristecida por la muerte de Adonis, cuyo cuerpo yace en término medio a la izquierda.
Las sirvientas de la diosa, a la derecha, hablan y, señalándola, advierten para que calle y respete su dolor al viejo Sileno, que llega tocando la flauta aun ignorante del descubrimiento.
Puede ser que Chigi en ese momento hubiera requerido una alegoría del estado de Venecia asociándolo a "Venusia" es decir Venus doliente: la ciudad en la laguna en efecto, si es abandonada a la seducción y la sensualidad, está destinada a la muerte y putrefacción.