Murias de Paredes

La economía está principalmente basada en actividades del sector primario, como la agricultura, la explotación forestal y, sobre todo, la ganadería.

La ruta conocida como «Fuentes del Omaña» es un trayecto de interés para los aficionados al senderismo.

[10]​ Francisco Javier García Martínez señala que se trata de un topónimo doble, donde tanto «Murias» como «Paredes» pueden referirse a tapias o construcciones derruidas y nota que «muria» se usa además con el significado de «mojón».

Este fenómeno se puede observar bien en el puerto de la Magdalena, donde el arroyo Bayo desciende hacia el oeste formando rápidos y cascadas, con lo que su lecho se desplaza poco a poco hacia el este, captando las fuentes del arroyo Cativo, que fluye por un valle de poca pendiente hasta unirse al Omaña en la localidad de Murias.

Las precipitaciones se reparten de forma irregular a lo largo del año, siendo muy escasas en verano y concentrándose al final del otoño, en los meses invernales y al principio de la primavera.

[20]​ En las cotas altas abundan los piornos (escobas), urces, sabinas y uvas de oso.

El municipio es parte del territorio de dos importantes especies amenazadas: el oso pardo y el urogallo cantábrico.

El castro de Murias está excavado en la roca en una colina poco apta para el cultivo, por lo cual se distinguen muchos de sus elementos, como un foso circundante y los espacios ocupados por viviendas.

Al principio de esta época surgen los concejos, constituidos por vecinos con derechos y obligaciones regulados directamente por el poder real.

Al de Paredes, cuya capital sería Murias, pertenecían Senra, Montrondo y acaso también Lazado.

Esta organización administrativa se mantuvo hasta la instauración de los municipios a mediados del siglo XIX.

Las poblaciones constituyentes del municipio son aldeas situadas a cortas distancias entre sí y con pocos habitantes.

Tradicionalmente, las actividades económicas en Murias de Paredes se centraban en la agricultura y la ganadería.

[4]​ Los terrenos municipales productivos se distribuyen de la siguiente forma: herbáceos (0,65 %), forestales (9,57 %), pastos (88,3 %) y otros usos (1,48 %).

[50]​ Aun así, la tasa de paro (3,8 %) es relativamente baja comparada con la media provincial y nacional.

El municipio tiene también un importante patrimonio arquitectónico y artístico, en diversos estados de conservación.

[72]​[73]​ Muchas iglesias cuentan con retablos ricamente decorados, como el de Villabandín, que por su estilo se clasifica como de finales del periodo renacentista y al que posteriormente se le añadieron columnas churriguerescas.

[73]​ Tanto las inglesias como las ermitas contienen piezas y tallas notables; aunque no siempre es posible datarlas con precisión, se puede estimar su antigüedad basándose en su estilo.

Como en otras zonas de la Montaña Leonesa, muchos objetos valiosos han desaparecido durante el siglo XX posiblemente vendidos ilegalmente.

Desde el siglo XX el uso del leonés como lengua oral se encuentra en retroceso.

[75]​ La piedra y la madera son los principales materiales utilizados para las construcciones.

Antiguamente eran de teito, confeccionadas con «cuelmos» o manojos de centeno, pero el riesgo de incendio han relegado su uso ya desde principios del siglo XX a edificios auxiliares, como pajares, en los que la techumbre suele estar muy deteriorada o ausente, excepto en los que se ha protegido con uralita.

Esta cuenta con un personaje principal, el zafarrón, disfrazado con una piel de oveja, cencerros y una careta de carnero; el zafarrón recorre los pueblos acompañado de otros personajes como «el ciego», «la ciega», «las gitanas», «el torero» y «el toro» pidiendo comida en las casas para celebrar un festejo al final del desfile.

En ella, los niños formaban una pila con urces, escobas y paja, incorporando algunas prendas femeninas para representar a la mujer de más edad del pueblo, a la que se prendía fuego al oscurecer.

Entre las costumbres más renombradas están el filandón y el calecho, reuniones de vecinos para pasar el rato contando historias o jugando a las cartas.

Los filandones tenían lugar durante las largas tardes de invierno y los asistentes realizaban tareas domésticas como el hilado durante estas reuniones, de donde reciben su nombre.

Está basada en productos que antaño se cultivaban o producían localmente en su mayoría.

Entre los alimentos de origen animal destacan los productos lácteos, principalmente leche y mantequilla, huevos y carne, principalmente la de cerdo, que eran cebados para este fin.

Entre los alimentos de origen vegetal, el más importante era el pan, casi siempre de centeno, las legumbres y verduras, como las patatas, usadas en numerosos platos, las berzas, fréjoles, habas, garbanzos, guisantes, etc. y las frutas, cultivadas o silvestres: manzanas, cerezas, peras, nisos —variedad de ciruela—, castañas, moras, arándano azul y miruéndanos.

En total, son 17,5 km de trayecto y se alcanzan los 1820 m s. n. m. en su punto más elevado.

El Tambarón desde Montrondo
Nacimiento del arroyo Solanos, origen del río Omaña
Abedular de Montrondo
Valle de origen glaciar
La ganadería es una actividad importante en Murias de Paredes
Casa consistorial
Antiguo colegio
Puente en Barrio de la Puente
Iglesia de San Juan Bautista, Murias de Paredes
Ermita en Murias de Paredes
Altar de la iglesia de Montrondo
Casona de Murias de Paredes, uno de los edificios más destacados del municipio
Vivienda con corredor en Posada de Omaña
Fisuelos omañeses