Sea como fuere, Jarramplas encarna una fiesta en la que se representa el triunfo del bien sobre el mal, y que durante los días 19 y 20 de enero deambula por las calles de Piornal.
Una presencia interactiva que nos traslada a los días 19 y 20 de enero.
El Museo está formado por once máscaras, que abarca desde los años 80 hasta la actualidad y donde se ve como ha evolucionado su construcción.
Las primeras máscaras estaban formadas por capas de cartón, el material más accesible y económico en aquellos tiempos.
Este proceso finaliza con la pintura, un paso imprescindible, ya que cada máscara es única y diferente cada año.
[2] El Museo cuenta con varios tamboriles de exposición, algunos más reciente que otros.
[3] El material que se usaba en un principio era la madera con pieles de animales.
En cuanto a su composición, lo primero que hay que hacer es elegir ramas, preferiblemente de roble y castaño, de un tamaño más o menos grueso y cortarlas a un tamaño estándar.
Hace unos años se comenzó a grabar la madera con la palabra Jarramplas y el año correspondiente.
El traje, confeccionado por las madres y mayordomas del Jarramplas, está cubierto por miles de cintas multicolores.
[2] No siempre han sido así los elementos que forman la figura de Jarramplas.
Más tarde, se pasó del hierro a la fibra de vidrio.