Siguiendo la tradición de los príncipes franceses, y como su hermana, recibió en su nacimiento únicamente el agua de socorro (ondoyement) postergándose su bautismo hasta una mayor edad.
[2] Su padre mandó que las princesas se educaran en un edificio destinado para ser su residencia, el Pavillon de Chartres o de Bellechasse, en el terreno del Convento de damas canonesas del Santo Sepulcro.
[3] El edificio se finalizaría en 1778 y permitiría que las princesas se educase en un convento, como era habitual en la nobleza de la época pero guardando una cierta autonomía e independencia.
Tras una breve mejoría, se decidió trasladarla al Palais-Royal, residencia principal de su padre en París.
[4] Tras su muerte su hermana Adelaida sería conocida como Mademoiselle d’Orléans.