El ejército realista, al mando de José Ramón Rodil, aprovechando que las tropas patriotas se encontraban lejos, tomó Lima.
José Olaya se ofreció una vez más a ser el portador de los mensajes.
Olaya sería finalmente ejecutado por órdenes del general español José Ramón Rodil.
Sin embargo, a pesar de que dicho congreso estuvo convocado, el mismo decidió no asumir ningún tipo de atribuciones y no llegó a entrar en funciones.
Está enterrado en la Cripta de los Héroes dentro del Cementerio Presbítero Matías Maestro.