Narya

Contaba entre sus poderes con la capacidad de reanimar los corazones y procurarles valor.

Al comienzo de la guerra entre los elfos y Sauron, Celebrimbor cedió Narya, junto al anillo Vilya, a Gil-Galad, Rey de los Noldor.

A mediados de la Tercera Edad, Círdan, en el momento en que los Istari desembarcaron en los Puertos Grises, entregó el anillo a Mithrandir (Gandalf), pues Círdan veía más profundamente que nadie en la Tierra Media, y sabía de dónde venía Gandalf y adónde retornaría, y percibía que, de todos los Magos, era Gandalf quien tenía la mayor altura espiritual, aunque pareciera el menos importante.

Se lo dio diciéndole: Gandalf lo poseyó en adelante, usándolo en su causa contra Sauron y ayudándose de él para dar fuerza a los corazones de todos los pueblos en la lucha contra el Señor Oscuro.

Al final de la Tercera Edad, tras la destrucción del Anillo Único, momento en que todos los anillos perdieron su poder, Gandalf embarcó en Mithlond junto a los demás Portadores de los Anillos, llevando con él a Narya rumbo al Antiguo Occidente.

Replica por The Noble Collection, fotografía de Juan Pablo Fonseca Padilla
Narya - Versión cinematográfica de Peter Jackson
Replica por The Noble Collection, fotografía de Juan Pablo Fonseca Padilla
Narya - Visto de frente. Versión cinematográfica de Peter Jackson