Una película necesita humor»[8] (más tarde Virgin Media describiría a Stansfield como «tan lleno de enigmáticos tics que no se puede hacer más que dejar salir risas culpables»).
Yo estoy ahí para servir a la visión del director, y respeto eso.
El exagerado enfoque de Oldman se prestó para frases notables como: «No tengo tiempo para esta mierda de Mickey Mouse»,[10] «La muerte está caprichosa hoy»,[9] «¡TODOS!» («EV-ERY-ONE!»)[11] y «No me causa ningún placer quitar una vida si es de una persona a quien no le importa».
[2] La última ocurre en una intensa escena con la protagonista femenina, Mathilda (Natalie Portman), donde Stansfield se prepara para matar a la joven.
Portman dijo sobre la escena: «Trabajar con Gary Oldman probablemente fue la experiencia actoral más fácil de mi vida...
[12] Otra escena importante es cuando Stansfield, quien tiene «un talento para oler una mentira»,[1] interroga al padre de Mathilda, interpretado por Michael Badalucco.
[15] Al contrario, otros críticos discutieron su realismo en reseñas negativas: Chris Hicks de Deseret News consideró la actuación «completamente ridícula»;[16] Janet Maslin de The New York Times «absurda».
[17] Mark Deming de Allmovie, en una reseña positiva, adoptó una posición neutral, llamándola «una actuación extravagante que amas u odias».
Agregó que mientras el público es «libre de apreciar o no su trabajo», siente que las ironías y la exageración del personaje podría habérsele escapado a algunos espectadores, quienes esperaban una figura estoica de autoridad.