[2] Cuenta la leyenda de la tradición oral que hacia el año 1640 unos cazadores que habitaban en un caserío ubicado en las montañas circundantes del río Saraconcho, subieron a la montaña buscando animales para el sustento, internándose en el bosque.
Como este suceso continuó ocurriendo en reiteradas ocasiones, se decidió construir una capilla sencilla de tapia, bahareque y paja en el mismo sitio.
Desde su aparición hasta la actualidad, una característica de la Santísima Virgen han sido los incontables milagros y exvotos que ha cumplido fielmente a los fieles y peregrinos que acuden con fe a su intercesión ante Dios.
[5] Ella lleva un vestido tallado de color verde aguamarina y con ciertos detalles, con la mano derecha la Virgen sostiene un rosario, mientras que en la izquierda está el Niño Jesús.
Ella permanece durante todo el año en el centro del altar mayor de su santuario.