Según Adán de Bremen reinó en tiempos del misionero Ansgar, durante su segundo viaje a Birka en 854.
Cuando el rey Olof supo del fracaso danés, los suecos tomaron la decisión de no caer en el mismo error de pedir tributo otra vez y reunieron un enorme ejército para atacar Curlandia.
La primera ciudad en caer fue Seeburg (hoy Grobiņa) que estaba defendida por 7000 hombres, pero fue igualmente devastada y reducida a cenizas; posteriormente enviaron de vuelta sus naves e iniciaron incursiones durante cinco días en el interior, llegando a la ciudad de Apulia.
El arqueólogo sueco Birger Nerman encontró restos de flechas y otros materiales usados en la batalla, donde hubo 15.000 defensores.
Los suecos regresaron a sus tierras con abundantes riquezas y treinta rehenes como garantía de la lealtad curonia.