Los bulldozers israelíes también arrasaron un zoológico y al menos 700 dunam (unas 70 hectáreas) de terrenos agrícolas.
La operación militar se llevó a cabo en Rafah, en la Franja de Gaza, y tenía como objetivo detener el contrabando subterráneo de armas y otros productos que los palestinos realizaban desde Egipto.
Con esto se pretendía reducir los ataques contra los asentamientos judíos en los territorios ocupados palestinos y disminuir los atentados suicidas y los ataques con cohetes en la propia Israel.
Las distintas unidades israelíes convergieron desde distintas posiciones y, apoyadas por helicópteros Apache y tanques Merkava, aplastaron rápidamente la oposición de las milicias palestinas.
[1] Otras 44 casas fueron demolidas en la propia Rafah en operaciones menos importantes.