La Operación Jump Start (traducido como: Operación "Buen inicio") fue una operación para ayudar a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, anunciada por el presidente George W. Bush en mayo de 2006.
Los miembros de la Guardia Nacional involucrados en la operación no participaron en actividades policiales debido al aspecto político y moral del uso de tropas en la frontera entre Estados Unidos y México.
Muchas de las zonas de operación se encontraban en lugares desolados; algunos lugares eran tan remotos que las tropas llegaron en helicópteros UH-60.
En 2008, la Medalla al Servicio de las Fuerzas Armadas fue autorizada para las fuerzas de la Guardia Nacional desplegadas en Texas, Nuevo México, Arizona y California para ayudar al Departamento de Seguridad Nacional a asegurar la frontera suroeste de los Estados Unidos.
La operación fue criticada por crear la ilusión de que la administración está asegurando la frontera, cuando solo daba resultados pequeños.